domingo, 26 de julio de 2009

Fotos de la Navidad con Maru





El año pasado, exactamente el 17 de julio, festejamos la navidad con Maru y con Lau. Queríamos experimentar una navidad con frío, y nieve tal vez, como las navidades de las series de televisión o las películas estadounidenses.

Me acuerdo el momento exacto en el que decidimos hacer nuestro propio festejo: era una tarde de invierno en la que Maru y yo volvíamos de una salida con el colegio a ArteBa. Hacía mucho frío y empezamos a cantar villancicos navideños en el medio de la calle, y fue en ese momento en el que las dos empezamos a planificar nuestra cena navideña invernal. Después se sumó Lau, y ahí organizamos todo.

La cena iba a ser en mi casa, con arbolito de navidad y todo. Cada una tenía que llevar una comida (Lau hizo vitel toné y Maru creo que una ensalada y una tarta). La parte de los regalos tenía unas reglas muy particulares. Tenían que ser regalos hechos por nosotras mismas y los dos iguales, es decir, yo tenía que hacerle el mismo regalo a Lau y el mismo a Maru. Todavía tengo guardado el regalo que ella nos hizo, unos guantes forrados con polar y de una tela que me hace acordar a esos manteles de plástico con flores. Nunca los pude usar porque mi mano es demasiado grande, pero cada vez que abro la caja donde los guardo me acuerdo de ese 17 de julio.

Este recuerdo, como millones otros que tengo con Maru, es muy especial. Sólo con ella podía festejar navidad a mitad de año, sólo con ella tenía esos proyectos raros y divertidos que hacían que los días pasaran más felices y sean mágicos. Maru era muy especial. Seguro que si alguien pudiera ver las auras de las personas hubiera visto que la de ella era más intensa, o mas brillante, no sé. Desde el momento en que la conocí sentí que ser su amiga era como entrar en una especie de mundo pequeño (como ella) y maravilloso.

En octubre no podía concebir mi vida ni un mes después ni medio año después. No sabía qué iba a hacer yo sin ella. Sin salir a correr alrededor de la quinta, sin ver miles de películas raras, sin salir a recorrer todas las ferias americanas de zona norte para comprar baratijas, sin intercambiar libros copados, sin ir a la terraza con un té y dos tostadas (con dulce de frutilla preferentemente) a tocar la guitarra o ver como Honey jugaba con Nelly.

Hoy, después de nueves meses, la angustia se fue yendo lentamente (aunque no toda), pero todavía me queda ese huequito vacío que solía llenar ella. Me doy cuenta día a día que la extraño más que a nadie. Hay veces en las que quisiera poder encontrarla para abrazarla y contarle lo que estuve haciendo en estos últimos meses y que ella me escuche y se alegre (y tal vez planear navidad otra vez, o año nuevo).

Roberta

sábado, 11 de julio de 2009

El recuerdo de Tatiana Poropat


Nunca tuve fuerzas para entrar a este blog, hasta hoy.
No sé como empezar…
Lo que puedo decir es que pase una infancia con Maria, muy linda... y llena de alegrías.
Nos conocimos cuando teníamos 7 años, y nunca me voy a olvidar todo lo que pasamos.
Exactamente cuando estábamos en 5to grado, nos hicimos muy amigas…
Pasamos momentos hermosos… Me acuerdo cuando Cesar nos llevó a ver Bandana al Gran Rex, que estábamos re emocionadas. Y que después nos hacíamos las locas porque habíamos llegado como a las 12 de la noche a tu casa, y al otro día teníamos que ir al colegio... y nos hacíamos las que "trasnochábamos"…
Y cuando iba a tu casa después del colegio que nos quedábamos toda la tarde en la librería, viendo las lapiceras de colores... y a la vuelta para tu casa jugábamos al ring raje, y una vez un timbre estaba roto y quedo sonando... escuchábamos el timbre desde la otra cuadra y tuvimos q ir rápido a destrabarlo…
O cuando festejaste tu cumpleaños en Showcenter, que fuimos las únicas dos valientes que nos subimos a la montaña rusa, y gritamos como nunca antes.
También cuando llegaba la hora de comer al mediodía en el colegio, que siempre tu mami te preparaba ñoquis, o fideos con formita de los personajes de Disney… que nos re gustaba.
Recuerdo también en mi cumpleaños número 17 que viniste, y pasamos un buen rato hablando en el bacón del departamento de Sofi poniéndonos un poco al tanto de nuestras vidas.
No sé, son infinidades de cosas que vivimos juntas…
Aunque después que te cambiastes del BACS no nos vimos tanto, de vez en cuando hablábamos... y seguías en mi corazón.
Significas mucho para mi vida, Maru.
Se que nos vamos a volver a ver.
Un beso gigante a Cesar y Cristina. Sólo le pude dar un abrazo a Cesar tratando de brindarle mi apoyo, y con Cristina todavía no tuve la oportunidad.
Les dejo una foto, que quizás... vale más que mil palabras.

Tatiana Poropat
Más bien conocida como… Belén Poropat. (Buenos Aires Christian School)

domingo, 5 de julio de 2009

Tendrá el cielo tu color



Últimamente pienso mucho en Maru, se me vienen recuerdos a la mente y pienso, pero todavía es raro. Como pasa el tiempo, es como un auto que corre a toda velocidad, pasa por al lado nuestro y para cuando levantamos la vista para mirar esta ya muy lejos. Siempre va a ser raro creo yo, pero esta rareza trato de relacionarla un poco con tu personalidad Maru, me dejabas esa sensación de extrañeza y a la vez me hacías sonreír, extraño tu particularidad.

Mariana

(El título del post se refiere a la canción que se cantó en el homenaje a María el 16 de octubre de 29008 en el colegio La Salle)