jueves, 16 de octubre de 2008

El recuerdo de Mariela







Es impresionante cuanto la extraño a Maru ahora.
Y cada día la voy a extrañar más.
La verdad que no hay palabras para describir lo que uno siente en este mismo momento el dolor es inmenso.
Ella era tan única, tan especial. Y el cariño que le tengo es enorme,
Si no me falla la memoria, la conozco desde los ocho años de edad. Éramos compañeras en la primaria y me acuerdo que recién en quinto grado nos empezamos a llevar. Cada día hablábamos más y llegamos a hacer la cadenita de la amistad. Hubo un par de peleas fuertes en el medio obviamente pero siempre terminábamos con un abrazo y un ‘‘¿¡sabes cuanto te quiero!? ''
Me acuerdo que me había dolido el cambio de colegio que hizo porque eso significaba que no la iba a ver todos los días, pensaba que nos íbamos a separar que nunca más hablaríamos pero al contrario nos unimos mas que nunca. Compartimos millones de salidas, bocha de cosas.
Momentos hermosos pasé con ella que la verdad nunca los voy a olvidar. Me acuerdo de todos las veces que se quedó en casa a dormir que siempre dormíamos juntas una en cada punta y le molestaba que me mueva mucho por las noches y que tenga olor a pata, me acuerdo que le encantaba mi cantero en mi cuarto y todas las noches íbamos a mirar el cielo y nos preguntábamos que estaría haciendo la gente en ese mismo momento, espiábamos a la vieja de en frente y si hacía frío nos tapábamos con una frazada. Todos los recitales que fuimos juntas, saltábamos y gritábamos como dos locas, todos los milkshakes, helados y jugos de fruta que tomábamos juntas.
Siempre compartíamos el milkshake y siempre pedíamos de chocolate porque nos daba miedo cambiar. Siempre estábamos escuchando música, y creo que la mayoría de las bandas que escucho hoy son bandas que me pasó ella. Me acuerdo que siempre que estaba lindo el día íbamos a puerto madero a andar en skate y después íbamos a una plaza que quedaba por ahí y nos tirábamos en la sombra, ahí en el césped a charlar, tomar un poco de jugo descansar de haber patinado tanto. Y si no era puerto madero era alguna que otra placita porque le encantaba estar al aire libre. Todos los domingos que habrá venido a casa
Si estaba feo el día a ver alguna película, siempre las elegía ella, sabía que me gustaba.
Me acuerdo que cuando me enfermaba y no podía salir venía a visitarme y me traía alguna golosina como regalo.
Siempre me mostraba que había aprendido con la guitarra y le pedía que me enseñé a tocar X canción. Y yo después le enseñaba las que había aprendido yo.
Me acuerdo que cuando íbamos al colegio juntas no parábamos de hablar y me encantaba llegar y saber que ella estaba en el banco de atrás y que me cuente sobre sus cosas que me parecían re interesantes.
Nos reíamos tanto juntas, la pasábamos excelente. Todos los findes que nos juntábamos era contarnos sobre nuestras semanas.
Y siempre estaba ahí escuchándome. Sabía todo de mí me conocía tan bien y viceversa. Se daba cuenta cuando estaba mal, alegre, de mal humor sabía cuales eran mis gustos y que hacer para levantarme el ánimo.
Nunca me voy a olvidar de esas vacaciones hermosas que pasé con ella. Que fuimos dos veces al sur y nos reíamos tanto
La habíamos pasado genial. Siempre me robaba la cámara y sacaba fotos hermosas. Y siempre íbamos al río y leíamos un poco, o escuchábamos con el mp3 de ella o simplemente observábamos el paisaje y después no nos queríamos ir de ahí, y si era por nosotras nos quedábamos y me acuerdo que el viernes habíamos arreglado para volver a Río Negro este verano y habíamos planificado todo, íbamos a llevar nuestros skates y guitarras e íbamos a hacer una fogata y cosas así. Ese viernes planificamos tantas cosas que íbamos a hacer juntas me acuerdo cuando íbamos a su casa a esa terraza hermosa que tiene y cantábamos con la guitarra The kooks The Smiths sublime y nos llevábamos dos tazas de café y un par de tostadas para cada una con manteca y mermelada.
O siempre que íbamos a comprar ropa me decía ''a ver probate esto seguramente te queda bien. ’’ Todos los lugares nuevos que me hizo conocer tan linda era. Me encantaba esa energía que tenía. Siempre le gustaba estar haciendo algo. Y ella odiaba lo vaga que era yo.
Y la verdad que gran parte de lo que soy hoy se lo debo a ella. ¡Gracias Maru, gracias por siempre escucharme, por haber estado conmigo en momentos durísimos, por aconsejarme y porque siempre me transmitías ese buen humor que tenías. Gracias por todos los momentos hermosos que me hiciste pasar. Gracias gracias y estoy tan agradecida de haberte conocido y te amo y nunca te voy a olvidar siempre te voy a llevar en mi corazón!
Todo me hace acordar a vos, absolutamente todo. Es que todo hacíamos juntas. Fuiste y siempre serás una de mis mejores amigas.
Eras única. Tu forma de vestir, de hablar, caminar eran únicos.
Y te voy a extrañar demasiado, y ya te extraño. Y me duele saber que no estás. ¡Pero sé que siempre te voy a tener conmigo!
Y nunca me voy a olvidar de lo que me dijiste ese último viernes que tuvimos: ''Mariela, sos mi mejor amiga''

(Mariela fue la última amiga que vio a María con vida, cuando descendió del colectivo de la línea 152 en el ambas viajaban. Compartió la última salida de María entre el 10 y el 11 de octubre de 2008)

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